En las encantadoras calles de Cusco, Perú, donde la historia inca se entrelaza con la modernidad, se encuentra la famosa piedra de los 12 ángulos. Este impresionante bloque de piedra es un testimonio del ingenio de los antiguos incas, quienes lograron crear estructuras complejas que perduran hasta hoy. Sin embargo, su legado se ha visto amenazado por un acto de vandalismo que ha dejado a muchos consternados.
La piedra, que forma parte de un antiguo palacio en la calle Hatun Rumiyoc, es un símbolo del esplendor del Imperio Inca y fue habitada por el Inca Roca, el sexto gobernante de esta poderosa civilización.
Con un peso de seis toneladas, cada ángulo de la piedra ha sido esculpido con tal precisión que encaja perfectamente con las otras rocas del muro.
Este trabajo artesanal resalta la habilidad excepcional de los ingenieros y arquitectos incas, quienes lograron maravillas arquitectónicas hace más de 600 años.
Vandalismo que causa impacto
Recientemente, la piedra de los 12 ángulos fue objeto de un ataque en el que un hombre, aparentemente en estado de ebriedad, la golpeó con un martillo, causando daños que la Secretaría de Cultura de Cusco ha clasificado como «irreversibles«. Este acto de vandalismo no es un caso aislado; en 2014, la piedra ya había sido pintada con spray, pero esta vez el daño es mucho más severo.
La policía peruana ha detenido al culpable, identificado como Gabriel Mariano R., de 30 años, y se están tomando medidas para asegurar que reciba la pena máxima de seis años de prisión por este delito de lesa cultura. Según la Secretaría de Cultura, el daño infligido a esta reliquia cultural es inaceptable y debe ser castigado con rigor.
La piedra no solo es un atractivo turístico, sino también un símbolo de la resistencia de la cultura inca frente a los estragos de la colonización. Su vandalización destaca la necesidad urgente de proteger el patrimonio cultural y educar a la población sobre la importancia de estas reliquias.
Mientras Cusco sigue siendo un punto focal de la historia inca, la comunidad y las autoridades enfrentan el desafío de salvaguardar sus tesoros para las generaciones futuras. La piedra de los 12 ángulos es un recordatorio de la rica historia de Perú, y su preservación es vital para mantener viva la memoria de una de las civilizaciones más impresionantes de la humanidad.