Los auriculares con cancelación de ruido se han convertido en una herramienta popular para aislarse del bullicio del mundo exterior. Sin embargo, su uso excesivo puede traer consigo consecuencias bastante preocupantes, especialmente para los jóvenes. La Dra. Christine Schmitz-Salue, una experta en audiología pediátrica, alerta sobre el potencial desarrollo del Trastorno del Procesamiento Auditivo (TPA) debido a esta práctica.
El TPA es un trastorno que puede dificultar la comprensión del lenguaje y la interpretación de sonidos, incluso cuando el oído físico está en perfecto estado. Los síntomas incluyen confusión al escuchar múltiples voces o sonidos simultáneos, lo que se vuelve problemático en entornos ruidosos. Esto se debe a que el cerebro no logra procesar correctamente la información sonora, creando una desconexión en la forma en que se perciben y entienden los sonidos.
Las causas del TPA
Los factores que pueden contribuir al desarrollo del TPA son varios. Según la Dra. Schmitz-Salue, entre ellos se encuentran infecciones frecuentes del oído, la falta de oportunidades para aprender a distinguir entre diferentes sonidos y la sobreestimulación acústica. Estos elementos pueden interferir en cómo se desarrollan las conexiones sinápticas en el cerebro, esenciales para una adecuada percepción auditiva.
La frágil etapa de desarrollo auditivo comienza alrededor de los 5 años, alcanzando su madurez al final de la pubertad. Durante este periodo, es crucial que los niños tengan experiencias sonoras diversas. De lo contrario, pueden enfrentar dificultades en su capacidad para concentrarse y procesar información en ambientes ruidosos, lo que puede llevar a problemas de conducta y atención.
El impacto del confinamiento en la audición
La pandemia de COVID-19 ha dejado huellas en la salud auditiva de muchos jóvenes. Tras meses de confinamiento en un ambiente controlado y silencioso, muchos se sienten abrumados al regresar a la escuela y enfrentar el ruido habitual. Este cambio puede generar estrés y ansiedad, ya que sus cerebros no han tenido la oportunidad de adaptarse a las distracciones sonoras.
Los auriculares con cancelación de ruido pueden agravar este problema, ya que enseñan al cerebro a ignorar los sonidos de fondo. Sin embargo, en la vida cotidiana, es inevitable enfrentarse a ruidos que no se pueden eliminar, lo que puede dificultar la concentración y la adaptación social.
La paradoja de la cancelación de ruido
Aunque estos dispositivos son eficaces para bloquear el ruido no deseado, su uso prolongado puede llevar a una pérdida de habilidades auditivas necesarias para discernir entre sonidos importantes y distractores. La Dra. Schmitz-Salue señala que si el cerebro no tiene la necesidad de aprender a filtrar el ruido, simplemente no lo hará, lo que puede tener consecuencias a largo plazo en la capacidad auditiva.
Enfrentando el ruido de manera saludable
La especialista sugiere que, en lugar de evitar por completo los entornos ruidosos, es más beneficioso exponer a los niños a diferentes sonidos de manera gradual. La idea es que aprendan a convivir con el ruido y a desarrollar habilidades para concentrarse en lo que realmente importa. Usar auriculares con cancelación de ruido solo en situaciones realmente necesarias, como en el transporte público, puede ser una estrategia más equilibrada.
El uso de auriculares con cancelación de ruido debe ser consciente y moderado. Al final, aprender a escuchar es una habilidad vital que se forja con la experiencia y la exposición a una variedad de sonidos en nuestro entorno.