Un reciente estudio de científicos de la Universidad de Cambridge ha revelado un hallazgo fascinante: tanto los labradores como los humanos pueden compartir un gen asociado a la obesidad. Este descubrimiento se centra en el gen DENND1B, que juega un papel fundamental en el metabolismo y el control del apetito.
El análisis se llevó a cabo en un grupo de 241 perros de la raza Labrador, conocida por su tendencia a ganar peso. Los investigadores encontraron que aquellos perros que eran obesos tenían una mutación en el gen DENND1B. Lo más sorprendente es que la versión de este gen en los caninos es casi idéntica a la de los humanos, con un 89,4% de coincidencia en la secuencia de ADN.
El impacto del gen DENND1B
La mutación en el gen DENND1B afecta directamente al funcionamiento del “receptor de melanocortina 4”, una proteína crucial en la regulación del apetito. Esto significa que anormalidades en este gen pueden llevar tanto a perros como a humanos a un aumento de peso. Un caso notable mencionado en el estudio es el de una niña obesa que, a los 7 años, ya pesaba 63 kg y presentaba la misma mutación genética.
Este hallazgo no solo es un avance en la comprensión de la obesidad en animales y humanos, sino que también abre la puerta a nuevas investigaciones sobre cómo los factores genéticos pueden influir en la salud y el bienestar de nuestras mascotas y de nosotros mismos.