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Los secretos de la longevidad de la mujer que vivió 117 años con genética única

17 marzo, 2025

Maria Branyas Morera, la mujer más longeva del mundo, dejó un legado fascinante que va más allá de la edad.

Maria Branyas Morera, nacida en Estados Unidos y residente en España, alcanzó una edad impresionante de 117 años antes de fallecer en agosto de 2024. Su longevidad ha captado la atención de científicos, quienes buscan entender qué la hizo tan especial. Aunque ella atribuía su larga vida a la suerte y a un estilo de vida saludable, un reciente estudio revela que su genética podría tener un papel clave.

Un equipo de investigadores liderado por el profesor de genética Manel Esteller de la Universidad de Barcelona, comenzó a estudiar el ADN y la microbiota de Morera antes de su fallecimiento. Los resultados iniciales indican que algunas características genéticas permitieron que sus células se comportaran como si tuvieran 17 años menos. Esto significa que, aunque llegó a los 117, a nivel celular, su cuerpo funcionaba como si tuviera solo 100 años.

La microbiota única de una supercentenaria

La microbiota de Morera era especialmente interesante, con una composición que se asemejaba a la de una niña pequeña. Esta comunidad de microorganismos puede haber jugado un papel importante en su longevidad. Aunque la comunidad científica aún investiga el impacto de una microbiota saludable, hay indicios de que puede ayudar a combatir enfermedades como el cáncer y la diabetes.

Durante sus últimos años, Morera se mantuvo lúcida y con buena memoria, a pesar de sufrir algunas dolencias comunes en personas de su edad, como el dolor en las articulaciones y la pérdida de audición. Sin embargo, su calidad de vida se mantuvo notablemente alta en comparación con la mayoría de las personas en la quinta década de vida.

Los investigadores subrayan que la longevidad de Morera no se debe a un solo factor, sino a una combinación de predisposiciones genéticas, elecciones de vida y un entorno adecuado. Además de seguir una dieta mediterránea, ella evitó el alcohol y el tabaco, y disfrutaba de la compañía de familiares y amigos, lo que contribuyó a su bienestar general.

En su vida, Morera atravesó momentos históricos significativos, incluyendo dos guerras mundiales y pandemias, como la gripe española y la COVID-19, de la que se recuperó de forma asintomática. Su fallecimiento fue tranquilo, mientras dormía, dejando un legado de salud y longevidad que sigue intrigando a la comunidad científica.

Tras su muerte, la nueva persona más longeva del mundo es Inah Canabarro Lucas, una monja brasileña de 116 años, quien es conocida por ser una ferviente seguidora del equipo Internacional. La historia de Morera y su singularidad biológica sigue alimentando el interés por comprender cómo algunas personas logran superar la barrera de los 110 años.

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