La población mundial, que se estima superó los 8 mil millones de personas en noviembre de 2022, sigue siendo un enigma en términos de cifras exactas. La incertidumbre se debe a la falta de un registro unificado de nacimientos a nivel global, lo que provoca que cualquier estimación sea, en el mejor de los casos, un cálculo aproximado. Actualmente, la ONU estima que hay 8,2 mil millones de habitantes en el planeta, pero un reciente estudio de investigadores finlandeses pone en duda la validez de estas cifras, especialmente cuando se trata de la población rural.
Dirigido por Josias Láng-Ritter de la Universidad Aalto, el estudio revela que las estimaciones oficiales podrían estar subestimando la población rural en hasta un 84%. Este hallazgo sugiere que el número de personas que habitan en áreas rurales podría ser, de hecho, el doble de lo que se considera actualmente. Un error en estas cifras podría tener repercusiones significativas en el planeamiento de servicios públicos, ya que muchos recursos se distribuyen basándose en datos demográficos inexactos.
Las barreras de las barreras
El análisis comenzó al investigar el impacto de los proyectos de construcción de barreras y represas. Los investigadores notaron que los números de personas desplazadas por estos proyectos eran significativamente más altos que los estimados en los censos oficiales. Al estudiar 307 proyectos de represas entre 1980 y 2010 en 35 países, se encontraron discrepancias alarmantes: los censos más precisos aún subestimaban la población en un 53%, y algunos llegaban a considerar que había un 84% menos de habitantes de los que realmente existían.
Esto sucede porque los censos en áreas rurales suelen ser incompletos. Las técnicas de estimación han sido tradicionalmente más efectivas en entornos urbanos, donde la población es más densa y más fácil de contabilizar. Como resultado, las áreas rurales quedan a menudo desatendidas, lo que implica que, donde debería haber recursos y servicios, hay una notable carencia.
La investigación concluye que el número real de habitantes en el mundo podría ser mayor al que establece la ONU, aunque los autores se abstienen de proporcionar una cifra alternativa. Esto resalta la necesidad de realizar más estudios que validen las hipótesis planteadas y que se apliquen a una variedad más amplia de contextos, especialmente en países más pequeños donde los factores pueden ser diferentes.
La calidad de los datos recopilados es esencial para comprender de manera precisa la situación de las personas que viven fuera de las ciudades. Aunque no se espera que existan miles de millones de personas ocultas en áreas rurales, la necesidad de mejorar la recolección de datos es evidente para garantizar que las comunidades reciban la atención que merecen.