Alguna vez has visto a tu gato olfatear algo y hacer una mueca extraña, como si estuviera sorprendido o disgustado. Sin embargo, esta reacción no es lo que parece. Se trata de una forma que tienen los felinos para analizar información química del entorno que los rodea.
Este fenómeno se conoce como reflejo de Flehmen, un comportamiento que no solo se observa en gatos, sino también en grandes felinos y otros animales como cabras, tapires y caballos. A diferencia de las respuestas involuntarias, como salivar ante la comida, este gesto es voluntario y deliberado, lo que lo convierte en un fascinante mecanismo de comunicación y análisis.
¿Qué es el reflejo de Flehmen?
La famosa “expresión” que hacen los gatos les permite decodificar olores, especialmente las feromonas, que son compuestos químicos que transmiten mensajes a otros miembros de su especie. Estas sustancias juegan un papel crucial en aspectos como el territorio, la reproducción y la identificación. Para analizar estos olores, los gatos cuentan con un órgano especial llamado órgano vomeronasal u órgano de Jacobson, localizado en el paladar.
Cuando un gato hace este gesto, abre ligeramente la boca y curva los labios hacia atrás, lo que facilita que el aire pase a través de este órgano y maximiza la detección de las moléculas químicas que lo rodean. Aunque este reflejo es más común en machos al detectar la orina de una hembra, cualquier gato puede utilizarlo para investigar olores intrigantes.
Desde orina y secreciones de glándulas anales hasta ropa sucia o cualquier aroma nuevo, hay un mundo de olores que despiertan la curiosidad de nuestros amigos felinos. Así que no te ofendas si tu gato hace una mueca al acercarse a ti; simplemente está realizando su análisis olfativo.
Para ilustrar este curioso comportamiento, observa el reflejo de Flehmen en acción en un león. Es un espectáculo que demuestra que, a pesar de su tamaño, estos grandes felinos comparten comportamientos con nuestros adorables gatos domésticos.