El consumo de alcohol ha sido objeto de numerosos estudios, y aunque generalmente se asocia con una serie de riesgos para la salud, un nuevo estudio nos ofrece una perspectiva interesante: beber alcohol puede ser beneficioso para los niveles de colesterol. Este hallazgo proviene de una investigación realizada por científicos de la Universidad de Harvard, que analizó los datos de casi 58,000 adultos en Japón.
Durante el estudio, los investigadores observaron cómo los cambios en los hábitos de consumo de alcohol afectaban los niveles de colesterol de los participantes. Resulta que aquellos que comenzaron a beber vieron una disminución en su colesterol LDL, conocido como el colesterol ‘malo’, mientras que sus niveles de HDL, o colesterol ‘bueno’, aumentaron significativamente. De hecho, el aumento del HDL fue tan notable que superó las mejoras típicamente asociadas con los medicamentos para el colesterol.
Los efectos del alcohol en el colesterol
Los datos son reveladores. Por ejemplo, aquellos que pasaron de no beber nada a tomar hasta 1.5 copas al día vieron una caída de 0.85 mg/dL en su LDL y un aumento de 0.58 mg/dL en su HDL. Los que aumentaron su consumo a entre 1.5 y 3 copas al día experimentaron cambios aún más significativos, con una reducción de 4.4 mg/dL en LDL y un incremento de 2.49 mg/dL en HDL. Aún más impactante, los bebedores que consumieron tres o más copas diarias lograron una disminución de 7.44 mg/dL en su LDL y un aumento de 6.12 mg/dL en su HDL.
Por otro lado, aquellos que decidieron dejar de beber experimentaron el efecto contrario. Al abandonar el alcohol, su colesterol LDL aumentó y el HDL disminuyó. Este patrón indica que, en general, los cambios en el colesterol estaban directamente relacionados con la cantidad de alcohol consumido.
Los investigadores aclaran que, aunque algunas de las variaciones observadas pueden parecer pequeñas, tienen implicaciones importantes. Un aumento de solo 5 mg/dL en LDL puede incrementar el riesgo de eventos cardiovasculares entre un 2% y un 3%. El estudio realizó ajustes teniendo en cuenta factores como la edad, el sexo, el índice de masa corporal y otros aspectos de salud y estilo de vida.
No es la primera vez que se encuentran beneficios del alcohol en relación con la salud cardiovascular, pero este estudio es uno de los más grandes y con un seguimiento más extenso. Otras investigaciones también han sugerido que los bebedores moderados tienen un menor riesgo de infartos y accidentes cerebrovasculares, aunque no sin advertencias sobre otros tipos de cáncer que pueden estar asociados con el consumo de alcohol.
Sin embargo, los investigadores advierten que estos hallazgos no son un pasaporte para que quienes no beben comiencen a hacerlo, ni para que los bebedores empiecen a exagerar. La clave sigue siendo la moderación. Para quienes ya beben, se aconseja mantener un consumo responsable, y aquellos que decidan dejar el alcohol deberían estar atentos a sus niveles de colesterol.