En 1940, Hattie McDaniel hizo historia al convertirse en la primera persona negra en ganar un Oscar, pero su victoria estuvo ensombrecida por el racismo que persistía en la sociedad estadounidense. En la ceremonia, McDaniel, quien había interpretado a Mammy en el clásico …Lo que el viento se llevó, fue obligada a sentarse en una mesa segregada, lejos de sus compañeros.
La ceremonia del Oscar, un evento que celebra lo mejor del cine, se inició en 1929, pero no fue hasta 1940 que la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas eligió a su primer ganador negro. Nacida en 1893, McDaniel fue actriz, cantante y comediante, enfrentando un contexto de leyes racistas y segregacionistas que limitaban las oportunidades para los afroamericanos en el mundo del espectáculo.
Un papel emblemático y un premio segregado
El papel de McDaniel en …Lo que el viento se llevó no solo le valió el Oscar a la Mejor Actriz de Reparto, sino que también representaba una época en la que los roles de los actores negros estaban restringidos a estereotipos. Su personaje, una esclava doméstica, reflejaba las limitaciones impuestas por el Código Hays, que regulaba el contenido de los filmes de Hollywood. A pesar de estas restricciones, su actuación fue aclamada por la crítica y se convirtió en un referente en la historia del cine.
La premier de la película en Atlanta, donde McDaniel no fue invitada, fue un evento monumental, con una multitud de 300,000 personas. En ese entonces, el sur de EE.UU. aún mantenía las leyes de Jim Crow, que imponían la segregación racial. Mientras tanto, McDaniel estaba relegada a una mesa en la parte trasera durante la ceremonia del Oscar, lo que subraya la hipocresía de la celebración.
El reconocimiento que McDaniel recibió fue un paso adelante, pero también resaltó la dura realidad de la discriminación. Su victoria fue un hecho histórico, pero el siguiente Oscar para un actor negro no llegaría sino hasta 1964, cuando Sidney Poitier ganó en la misma categoría.
Hoy, a través de campañas como #OscarsSoWhite, se busca visibilizar y corregir la falta de diversidad en la premiación. Aunque ha habido progresos, la lucha por la representación justa y equitativa en el cine continúa.