En el reino animal, la competencia no es la única regla que rige las interacciones entre individuos. Un reciente estudio ha puesto de manifiesto la importancia de la cooperación entre los ratones, quienes, lejos de dejar atrás a sus amigos caídos, se apresuran a aplicar técnicas de primeros auxilios. Desde suaves toques hasta un inusual tirón de lengua, estos pequeños roedores muestran que el cuidado mutuo es más común de lo que se pensaba.
La práctica del cuidado no es exclusiva de los humanos. Científicos han documentado comportamientos altruistas en diversas especies. Por ejemplo, los chimpancés tocan a sus compañeros heridos, los elefantes cuidan a los suyos y hasta los golfinhos ayudan a compañeros agitados a salir a la superficie para respirar. Lo que se ha descubierto sobre los ratones podría cambiar la percepción que tenemos sobre el comportamiento social en animales.
Interacciones sorprendentes entre ratones
Un equipo de investigadores de la Universidad del Sur de California llevó a cabo un experimento en el que se observaron ratones en jaulas. Los resultados, publicados en la revista Science, revelaron que los ratones activos pasaron casi la mitad de su tiempo (aproximadamente seis minutos de un total de trece) intentando despertar a sus compañeros inconscientes. Este comportamiento altruista es digno de atención.
Las interacciones entre ellos siguen un patrón claro: primero, los ratones huelen a sus amigos, luego les dan suaves toques y, si no obtienen respuesta, recurren a métodos más enérgicos, como abrir la boca del compañero y tirar de su lengua. Este último gesto, que puede parecer una forma de reanimación, se repitió en más del 50% de los casos.
En un experimento adicional, se colocó una bolita de plástico inofensiva en la boca de los ratones inconscientes. Los compañeros lograron retirarla en el 80% de los casos, lo que demuestra su capacidad de respuesta y cuidado. Los que recibieron atención despertaron y empezaron a moverse más rápidamente que aquellos que no fueron auxiliados.
Es interesante notar que la eficacia de estos cuidados aumenta si los ratones ya se conocían. Si eran compañeros habituales, la interacción era más intensa. Esto sugiere que el vínculo social juega un papel crucial en su comportamiento.
El tirón de lengua puede parecerse a una técnica de reanimación, pero no lo es. Los ratones carecen de la capacidad para realizar reanimación cardiopulmonar, ya que eso requiere un aprendizaje específico. En realidad, lo que hacen es una forma de estimular a su amigo, parecida a un pequeño sacudón para ayudarles a recuperar la conciencia.
Los investigadores también monitorizaron la actividad cerebral de los ratones y encontraron que los actos de cuidado estaban relacionados con la liberación de ocitocina en áreas del cerebro asociadas con el apego y la empatía. Este hallazgo sugiere que el comportamiento cooperativo podría estar más arraigado de lo que se pensaba.
Curiosamente, los ratones involucrados en el estudio eran jóvenes, de entre dos y tres meses, y nunca habían visto una situación similar antes. Esto sugiere que el comportamiento de cuidado podría ser innato y no aprendido, lo que resalta la complejidad del comportamiento social en animales.
El hecho de que otros laboratorios hayan llegado a conclusiones similares en 2025 refuerza la idea de que estos comportamientos no solo fortalecen los lazos dentro de grupos de ratones, sino que también son esenciales para su supervivencia y adaptación en la naturaleza.