¿Te imaginas un mundo donde los fósiles de Tyrannosaurus Rex se convierten en un objeto de colección privada en lugar de ser accesibles para la investigación científica? Esa es la alarmante realidad que nos presenta un reciente estudio publicado en Palaeontologia Electronica. Según los hallazgos, la mayoría de los fósiles de T- Rex valiosos se encuentran en manos de coleccionistas privados, lo que limita el acceso para los científicos que buscan entender mejor a este famoso depredador del Cretácico.
La venta de esqueletos de dinosaurios no es un fenómeno nuevo. En 2020, un T- Rex se subastó por casi 32 millones de dólares, y el año pasado se superó esta cifra con un estegosaurio que alcanzó los 44,6 millones. Sin embargo, el impacto del comercio privado de fósiles de T- Rex es preocupante, ya que dificulta el progreso de la investigación científica.
Fósiles en manos privadas y el reto de la investigación
El investigador Thomas Carr, profesor asociado de biología en el Carthage College y director del Carthage Institute of Paleontology, ha señalado que un alto porcentaje de los fósiles de T- Rex está en colecciones privadas, especialmente aquellos de individuos jóvenes. Carr explica que los primeros estadios de crecimiento del T- Rex presentan un registro fósil escaso, y su pérdida representa un gran costo para la ciencia.
Durante su análisis, Carr identificó 61 fósiles en instituciones públicas y 71 en colecciones privadas, incluidos 14 fósiles juveniles. Este número podría ser aún mayor, dado que muchos fósiles permanecen ocultos en el mercado privado y continuamente se descubren nuevos hallazgos. De hecho, solo el 11% de los fósiles de T- Rex recolectados por empresas llegan a museos públicos, mientras que las colecciones comerciales identifican el doble de fósiles que los museos.
Sin embargo, la situación es aún más alarmante, según otros investigadores, como David Hone de la Queen Mary University of London, quien advierte que hay fósiles aún más raros y significativos, especialmente de lugares como Brasil y Mongolia, que están siendo traficados ilegalmente. Esto añade una capa de complejidad al ya complicado panorama de la paleontología.
