¿Alguna vez has intentado hacer varias cosas a la vez y te has sentido desbordado? Para los murciélagos, esto es pan comido. Un reciente estudio ha revelado cómo estos mamíferos voladores logran beber agua mientras están en el aire, un reto que parece sencillo, pero que requiere una coordinación impresionante.
Con alrededor de 1.400 especies en el planeta, los murciélagos comparten una sorprendente estrategia de hidratación. En lugar de aterrizar junto a un cuerpo de agua, realizan un arriesgado acercamiento, volando sobre una superficie acuática y bebiendo sin tocarla. Esta táctica no solo les ayuda a saciar su sed, sino que también les permite evitar a los depredadores que podrían acechar cerca del agua.
Un estudio fascinante
Un grupo de investigadores ha estudiado a fondo esta habilidad en los murciélagos de nariz de hojas (Hipposideros pratti). Para entender su comportamiento, los científicos privaron a estos animales de agua durante seis horas y luego los observaron en una sala equipada con cámaras, donde había una piscina en el centro.
Las grabaciones, que se hicieron en cámara lenta, mostraron cómo estos murciélagos se acercan y lamen la superficie del agua. Para evitar mojar sus alas, ajustan su movimiento, reduciendo el alcance de sus alas a la mitad y utilizando un ángulo de batido diferente para contrarrestar la inclinación de su cabeza. Además, manejan su lengua con precisión para llevar el agua a su boca.
Observando su aproximación, los científicos notaron que los murciélagos disminuían la velocidad antes de beber, un comportamiento que refleja la dificultad de realizar dos tareas al mismo tiempo: volar y beber.
Sunghwan Jung, uno de los autores del estudio, destacó la importancia de la precisión en este proceso. Los murciélagos se guían a través de la ecolocalización, enviando ondas sonoras y utilizando su retorno para orientarse. Curiosamente, algunas especies utilizan sus fosas nasales para emitir estos sonidos, lo que significa que beber agua por la nariz podría dejarlos temporalmente desorientados.
Los investigadores planean llevar a cabo más estudios sobre el comportamiento multitarea en otros animales, incluyendo libélulas que realizan acrobacias en el aire. Estas observaciones podrían incluso inspirar el diseño de robots voladores que imiten estas habilidades.