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Crisis demográfica en Asia medidas drásticas de China y Japón para aumentar la natalidad

11 marzo, 2025

La crisis de natalidad en Asia está llevando a China y Japón a implementar medidas sorprendentes para revertir la situación.

La crisis demográfica que enfrenta Asia es más que un simple desafío; se ha convertido en una auténtica emergencia que amenaza el futuro del continente. En este contexto, China y Japón están recurriendo a estrategias innovadoras y a veces controvertidas para intentar revertir el alarmante descenso de las tasas de natalidad.

En China, el panorama es particularmente crítico. Tras siete años de descenso, la tasa de natalidad experimentó un leve repunte en 2024, impulsada por un baby boom post-pandemia y el auspicioso año del dragón, que suele favorecer los nacimientos. Sin embargo, la situación sigue siendo preocupante con solo 6,77 nacimientos por cada mil personas, en comparación con 13,83 en 2014. Además, la población china ha disminuido por tercer año consecutivo, ya que las muertes superan a los nacimientos.

Medidas del gobierno chino

Ante esta alarmante situación, el presidente Xi Jinping ha tomado la delantera prometiendo aumentar las tasas de natalidad. Se han implementado incentivos como descuentos fiscales para familias con hijos, licencias de maternidad más largas y subsidios para vivienda. La política del hijo único, que estuvo vigente hasta 2015, se ha flexibilizado permitiendo que cada pareja tenga hasta tres hijos.

Sin embargo, el gobierno ha ido aún más lejos: se ha informado que funcionarios del gobierno están realizando llamadas a mujeres preguntando si tienen planes de ser madres y sugiriendo exámenes médicos. También se están promoviendo cursos de educación sobre el matrimonio y el amor en universidades para fomentar la formación de parejas. A finales de 2024, se reportó que empleados gubernamentales estaban visitando hogares incentivando a las mujeres a tener más hijos.

Además, se ha lanzado una intensa campaña mediática que resalta los beneficios de ser padres en China, incluyendo tratamientos de fertilidad y apoyo financiero. Como parte de estas iniciativas, el gobierno ha prohibido la adopción de niños chinos por familias extranjeras, buscando así conservar toda posible nueva vida dentro del país.

Japón y su lucha contra la crisis demográfica

La situación no es muy diferente en Japón. El país también enfrenta un alarmante descenso en las tasas de natalidad, con solo 1,2 partos por mujer en 2023, muy por debajo del umbral de reemplazo de 2,1. La población, que actualmente ronda los 125 millones, podría caer a 87 millones en 2070, lo que representa una disminución de más del 30%.

Una de las barreras principales para aumentar la natalidad en Japón es la cultura laboral estricta, que deja poco espacio para la vida familiar. En respuesta, el Gobierno Metropolitano de Tokio ha decidido implementar una semana laboral de cuatro días para sus empleados a partir de abril de 2025. Este cambio busca brindar más tiempo libre a los trabajadores para que puedan formar familias.

Además, han introducido una “licencia parcial para el cuidado de niños” que permite a los padres reducir su jornada laboral en hasta dos horas diarias, siempre que acepten un ajuste proporcional en su salario. Así, se espera que las mujeres puedan equilibrar mejor su carrera y su vida familiar.

Otra medida poco convencional es el lanzamiento de una aplicación de citas orientada a la formación de parejas serias, con estrictos requisitos de inscripción para asegurar que los participantes busquen un compromiso real. También se ofrecerán incentivos financieros a mujeres solteras que decidan mudarse de áreas urbanas a rurales para casarse, con el fin de repoblar el campo y aliviar la superpoblación de las grandes ciudades.

Y en caso de que estas estrategias no den resultado, Japón ya tiene un plan B: involucrar a los ancianos en la fuerza laboral. Con más de 9 millones de japoneses mayores de 65 años que han vuelto a trabajar tras su jubilación, este segmento representa el 13,5% de la fuerza laboral del país.

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